Una de las plantas más recomendables que podemos tener en casa y que es muy popular en los hogares de todo el mundo es la planta de jade o árbol de jade. Según la tradición, esta planta atraerá la fortuna y las riquezas. Además, se trata de una de las plantas que más ayudan a purificar el aire del interior de los edificios, por lo que también nos permitirá respirar una atmósfera más saludable.
Si has decidido hacerte con una para tu hogar y quieres saber cómo cuidar la planta de jade y conocer así algunas de sus características más importantes, sigue leyendo unCOMO y te lo contamos.
Qué tipo de planta es el jade
La planta de jade, cuyo nombre científico es Crassula ovata, es una planta que hoy en día se puede encontrar en muchos lugares del planeta, aunque su origen debemos buscarlo en el sur de África. Se trata de una planta suculenta de hoja perenne, característica por contar con un tallo fuerte que puede crecer hasta volverse leñoso y hojas de color verde jade (que le da el nombre popular) que, en los casos de recibir mucha luz, pueden llegar a tornarse rosáceos en la parte de la punta. Como curiosidad, estas hojas crecen en parejas opuestas a lo largo del tallo y las ramas y, en las condiciones adecuadas, esta planta tiene flores blancas que aparecen desde principios del otoño al inicio del invierno.
Cuidados de la planta de jade
Esta es una guía sencilla de los cuidados básicos de la planta de jade o árbol de jade:
Riego de la planta de jade
La planta o árbol de jade, al ser una planta suculenta, necesita poca agua para estar sana. De hecho, lo más recomendable es regarla únicamente cuando su tierra esté completamente seca, evitando regarla cuando el suelo todavía está húmedo y, sobre todo, evitando la presencia del agua sobrante en el plato inferior de la maceta, si le has puesto uno. En realidad, un exceso de agua podría afectar negativamente a la planta, lo que conllevaría la putrefacción de las raíces y la caída de las hojas, normalmente, empezando por las más cercanas al propio suelo.
De este modo, lo más recomendable es regarla únicamente cuando el suelo esté seco. En invierno, esto puede ser una vez a la semana aproximadamente. Mientras que, en verano, se podrá hacer un riego más frecuente, entre dos y tres veces por semana si se llega a producir una evaporación elevada del agua del tiesto. No obstante, ante la duda, siempre será mejor quedarse corto de agua que pasarse.
Luz para el árbol de jade
Por otro lado, otro de los aspectos que requieren atención a la hora de cuidar una planta de jade es la luz. La planta de jade necesita estar situada en un lugar donde disponga al menos de unas 4 horas de luz al día. Sin embargo, se trata de una planta que no tolera bien la exposición directa. Cuando esto sucede, sus hojas se terminan quemando y se caen. Antes de que esto ocurra, suelen mostrar coloraciones rosáceas, especialmente en la parte final de las hojas. Cuando esto suceda, será una indicación clara de que la planta de jade está recibiendo demasiada luz o, por lo menos, demasiada luz directa.
Limpieza y poda
Otro elemento importante a la hora de cuidar la planta de jade es mantenerla limpia. En este sentido, es fundamental retirarlas las hojas secas, caídas o en mal estado, ya que su putrefacción podría afectar negativamente a la planta. Así mismo, en el caso de que se quiera llevar a cabo una poda, esta se podrá hacer a finales del invierno. Aunque, cuando se realice, será muy importante no tocar en exceso el tallo o la parte más cercana al suelo, ya que es la zona más sensible de la planta y podría afectar demasiado a su salud. Lo más recomendable, en caso de querer podarla, será hacerlo en las ramas más altas y fuertes.
Cómo reproducir la planta de jade
Si se desea que la planta de jade se reproduzca, será necesario facilitar la floración. La floración de la planta de jade sucede en otoño. Por ello, si queremos favorecer la aparición de las flores, lo más recomendable será dejar de regarla durante este período o, por lo menos, hacerlo con menor intensidad. De este modo, la combinación de falta de agua, menor luz y días más fríos, conseguirá estimular a la planta para que desarrolle flores.
No obstante, si se quiere reproducir la planta de jade para tener más de una, una opción mucho más sencilla para conseguirlo será mediante esquejes. Para obtener un esqueje de la planta de jade bastará con cortar una rama de la planta y ponerla en agua durante dos o tres días. Pasado ese tiempo, aunque la rama no haya desarrollado raíces, se deberá trasplantar la planta a un tiesto con abundante tierra y, a ser posible, que cuente con humus orgánico, y regarla abundantemente. Después de haberla trasplantado, se procederá a regar con la normalidad de una planta de jade adulta. Este proceso puede ser lento, como el propio crecimiento de la planta de jade. No obstante, si se hace bien, pasados dos o tres meses, se podrá comprobar que la planta empieza a crecer y a desarrollarse a un ritmo más rápido.