Trasplantar un bonsái de manera regular es un factor muy importante para impedir que sus raíces saturen la tierra y sufra severos problemas que pueden, finalmente, hacer que muera. No obstante, esta tarea debe llevarse a cano en el momento indicado y, en este caso, es a finales del invierno y principios de la primavera, pues es cuando el bonsái empieza su ciclo de crecimiento y, por ello, los posibles daños ocasionados durante el trasplante se reducen muchísimo. Además de esto, es esencial saber cuáles son todos los pasos que se deben seguir para cambiar a este pequeño árbol de maceta. Presta atención a este artículo de unComo y descubre cómo trasplantar un bonsái paso a paso.
Herramientas para trasplantar un bonsái
Antes de empezar a trasplantar un bonsái, debemos tener a mano una serie de herramientas que emplearemos para realizar el mismo. A continuación las nombramos:
- Cubeta para añadir tierra a los recipientes (no tiene que ser de ningún tipo en especial).
- Rejillas o mallas de plástico o metal para colocar en la maceta.
- Paleta pequeña para afirmar el sustrato.
- Gancho para extraer el sustrato del cepellón, puedes usar un tenedor.
- Cepillo suave para limpiar las plantas y las raíces.
- Palillos, ideales para colocar el sustrato alrededor de las raíces.
- Alambre, lo suficientemente fino para pasar a través de la rejilla.
En caso de que durante el trasplante podes las raíces, también necesitarás:
- Tenazas de poda.
- Sierras.
- Pasta selladora.
Pasos para trasplantar un bonsái: la maceta
Una vez que poseas todas las herramientas necesarias procederemos a realizar primeros pasos para trasplantar un bonsái, los cuales se realizan en la maceta donde vayamos a plantarlo.
Se sugiere que antes de realizar el trasplante, se riegue el bonsai para evitar que se estropeen las raíces al retirar la tierra antigua. Comencemos:
- En primer lugar, limpiaremos la maceta poniéndola en remojo en agua limpia 1 o 2 días. Una vez que haya pasado el tiempo comentado, secamos la maceta y procedemos el siguiente paso.
- Corta dos trozos de la rejilla de modo que los agujeros de drenaje de la maceta queden cubiertos, así evitamos que el sustrato se escape por estos. Coge un trozo de alambre y dobla los extremos en ángulo recto, insértalos a través de la rejilla, colócalos en los agujeros y vuelve a doblar los extremos para fijar la rejilla a la parte posterior de la maceta.
- Tras este paso, procedemos a preparar la sujeción del cepellón. Inserta un trozo de alambre recubierto de plástico por uno de los agujeros hasta llegar al otro agujero. Asegúrate de que el alambre es lo suficientemente largo para sujetar el cepellón.
- Si el recipiente solo posee un agujero de drenaje, enrolla el alambre a un palo pequeño de madera o plástico (que no sea de hierro).
- El último paso consiste en añadir en el fondo una pequeña capa de arena gruesa o gravilla, lo suficiente para cubrir el fondo. Después, añade una fina capa de sustrato.
Pasos claves para trasplantar un bonsái
Una vez que hayamos completado los pasos anteriores, empezaremos con la parte en la que trabajamos con el bonsái:
- Lo primero que haremos antes de comenzar el trasplante es regar el bonsái, con esto facilitaremos la extracción de tierra de la raíces y evitaremos que estas se sequen.
- A continuación, procedemos a eliminar con un cortaalambres cualquier alambre que se haya usado anteriormente para sujetar el cepellón del bonsái.
- Si las raíces han comenzado a salirse del recipiente, retíralas con cuidado insertando un cuchillo afilado entre el cepellón y el borde del recipiente. Con mucho cuidado, levanta el cepellón del recipiente. Usa el gancho para raspar la tierra de las raíces sin dañarlas. Descubre las raíces de la parte inferior y de los laterales, con una tijeras fuertes, corta un tercio con cortes limpios. Especialmente, deberás podar aquellas que destaquen por su longitud y grosor, cuyas heridas deberás sellar con la pasta selladora para que cicatricen.
- El siguiente paso es colocar el cepellón en el recipiente que hemos preparado para trasplantar el bonsái, por norma general no se recomienda situar el cepellón en el centro de la maceta, siendo las posiciones recomendadas en la parte superior izquierda o derecha.
- Ajusta la profundidad del sustrato para que la superficie esté ligeramente por debajo del borde del recipiente, unos 6 mm, aproximadamente. Si el sustrato es demasiado alto, será difícil que el riego sea correcto.
- Una vez que hayas colocado el cepellón, con los alambres fíjalo con firmeza en su sitio.
- Añade tierra por encima de las raíces y presiónala por capas, utiliza un palillo chino para ello. Así ayudarás a la tierra para que penetre bien. Nunca debes comprimir la tierra, ya que esto provocará que las raíces no se oxigenen bien y entorpecerá el crecimiento del bonsái. Tampoco es recomendable dejar espacios sin cubrir porque podrías provocar que las raíces se pudran.
- Una vez hecho esto, puedes añadir una capa de guijos de unos 3 mm para ayudar a mantener el sustrato húmedo y fresco.
- Para acabar, riega abundantemente el sustrato, se recomienda hacerlo con una regadera cuya alcachofa esté finamente agujereada a fin de que el agua caiga suavemente sobre la superficie, evitando que el sustrato sea arrastrado. También puedes optar por un pulverizador. Puede que sean necesarios varios riegos, por lo que una alternativa es el riego por inmersión.
Tras seguir todos los pasos ya has aprendido a realizar un trasplante de bonsái. Recuerda que este proceso resulta muy traumático para el bonsái, por lo que debes tener cuidado y seguir los pasos correctamente para evitar posibles daños.