El cultivo de la cebolla se lleva a cabo desde hace siglos. Cada zona tiene su propia forma, que depende de las circunstancias y del lugar en el que se siembren, pero todos deben cumplir una serie de requisitos para el buen cultivo de la cebolla. Hoy es posible plantarlas en casa con el desarrollo de los huertos urbanos, y así disfrutar de sus beneficios naturales de forma directa. Desde unComo.com te explicamos cómo sembrar cebollas.
Pasos a seguir: 1Las cebollas requieren de unos suelos muy ricos en los que sembrarse y cultivarse. Son necesarios suelos franco-arenosos y nada de suelos arcilllosos o muy arenosos, ya que no harían posible el desarrollo y florecimiento de la cebolla.
2En la siembra, las cebollas necesitan muy poca agua. Antes de que formen los bulbos, es cuando más cantidad de agua requieren, después prácticamente nada. Debes tener en cuenta que es muy vulnerable al exceso de humedad y que los cambios bruscos de temperatura, podrían causar el agrietamiento de los bulbos.
3Es preferible plantar bulbos a semillas, ya que son los que mejor crecen y los que más fuerza tienen. La mejor época para plantarlos es la primavera, en hoyos de unos 15 centímetros de profundidad, los cuales después deben quedar bien tapados con tierra.
4Es recomendable dejarlas siempre a pleno sol. Eso es lo más recomendable para las cebollas y lo que mejor les va para que crezcan de forma adecuada.
5Llega un momento en el que los vértices de la cebolla se ponen amarillos. En este preciso instante, se aconseja retorcerlas y romper sus cuellos. Estos deben quedarse allí mismo, permaneciendo en contacto con la tierra. Será en este momento, cuando dará comienzo la maduración de la cebolla.
6En este instante también hay que levantar los bulbos de la cebolla y esperar a que se sequen. Todo esto poco a poco, ya que no deben desenterrarse del todo hasta que no estén bien secos. Es entonces cuando se dejan reposar bajo el sol durante dos semanas.
7Una vez que las cebollas estén bien secas, es recomendable tenerlas en algún lugar fresco pero tampoco excesivamente frío. Esto las ayudará en su conservación.